Se pelan dos papas o más y se cortan en rebanadas como de un centímetro de ancho, se revuelcan en harina. (Se pueden poner a cocer las papas y estando aun firmes se rebanan)
En un plato se ponen dos huevos y se revuelven como para huevos revueltos y vamos bañando cada rebanada de papa en el huevo y las vamos poniendo a freír.
Picamos una cebolla y la ponemos a saltear en una cucharada de aceite, añadimos un diente de ajo picado o prensado, perejil picado unas 8 ramas o 10, enseguida ponemos una cucharada de harina y una cucharadita de pimentón dulce y completamos con agua y una o dos cucharaditas de consomé en polvo o sal.
Ponemos las rebanadas de papa ya doraditas en la cacerola a que se terminen de cocer.